Guayaramerín fue fundada por los pioneros de la goma en 1892, con el nombre de Puerto Palmira. Entre 1905 y 1915 se la nombró Puerto Sucre, para luego quedarse con el nombre actual: Guayaramerín.

Es una de las ciudades, junto a Riberalta y Cachuela
Esperanza que tienen más de un siglo de existencia.
Su festividad patronal es el 8 de diciembre, fecha en que se recuerda la llegada de los primero habitantes que vinvieron como “siringueros” desde Baures.
Del auge del caucho, se quedó la promesa de la llegada del ferrocarril, que nunca cruzó el Mamoré. El ferrocarril Madera-Mamoré tenía que facilitar el acceso al Atlántico de la goma boliviana, permitiendo superar por tierra el primer tramo caudaloso del río Madera.

De la “Ferrovía del Diablo“, como se la denominó por el sin fin de quiebras económicas, muertes y accidentes que la acompanaron, se terminó solo el tramo brasileno y nunca se llevó a cabo el proyecto de un puente hasta Guayaramerín y de una estación terminal en Riberalta.
Hoy en día Guayaramerín es un centro comercial fronterizo que tiene el espíritu de la frontera y el aire cordial de una ciudad tropial. Está situada en la floresta amazónica frente a la población brasilena de Guajará-Mirim, de la cual la separa sólo el majestuoso curso del Mamoré. A una altura de 212 metros sobre el nivel del mar.

El puerto fluvial mantiene su importancia, con el transporte de pasajeros y mercadería procedentes de Puerto Villarroel, Trinidad y Santa Ana del Yacuma. Además, es un puesto permanente de la Fuerza Naval Boliviana.Los pobladores de Guayaramerín, provienen de todas las regiones del país, porque han identificado en esta región, muchas oportunidades para emprender negocios propios.La gente de Guayaramerín es cálida como su tierra, es gente alegre, trabajadora, que disfruta de su tierra, de sus bondades naturales, como los arroyos, y los animales, todos, cuales más raros y exóticos, que matizan el paisaje con sus colores.

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